Visita e inspección a la vivienda

Nosotros como Plaserman Salud Pública hemos sido citados para la inspección de una casa devastada por las termitas en Alfafar.

El señor Vicente, el dueño, nos comenta que la vivienda habrá estado vacía como mínimo unos seis años aproximadamente, sin mantenimiento ni ningún tipo de acondicionamiento. Si no son más años.

En esta inspección por daños estructurales se presentan un arquitecto, un promotor y nosotros como empresa de control de plagas con experiencia en daños por termitas.

Durante la visita, se ve claramente el daño sufrido por la vivienda y la libertad que han tenido las termitas para hacer lo que mejor saben hacer: destruir.

Biología de los ataques

A lo largo de la visita se pueden apreciar claramente el comportamiento de los ataques en las vigas. Si se aprecian detenidamente las fotos, se ve como la cara visible de las vigas presentan un estado intacto de ataque, lo que puede llevar a una falsa sensación de seguridad al inquilino de la vivienda. Si bien nos fijamos en la cara no visible de las vigas, normalmente las que permanecen ocultas al ojo humano y por tanto en absoluta oscuridad, es donde vemos el efecto devastador de las termitas.

Otro punto importante que se aprecia durante la inspección y que son punto caliente de estudio, son las cabezas de vigas. Una vez más como se puede intuir, las cabezas de vigas permanecen «enterradas» dentro de la estructura de la vivienda, lo cual es un caldo de cultivo para la entrada de termitas, las cuales ven una oportunidad de entrada perfecta por su condiciones: oscuridad, humedad y sin vibraciones.

Una vez más si apreciamos las fotos y los vídeos, podemos apreciar como las cabezas de vigas han desaparecido completamente, fundamentales para la estabilidad de la estructura de la vivienda y para la cual la viga ha sido su funcionalidad.

Desgraciadamente para el señor Vicente, se enfrenta a un claro problema de deficiencia estructural corroborada por el arquitecto que nos acompaña en la visita.

CABEZAS DE VIGA

Uno de los problemas principales que nos encontramos como empresa de control de plagas especializados en daños estructurales, es el tratamiento que otras empresas con menos experiencia ofrecen a sus clientes.

Como ya hemos comentado, las cabezas de vigas son uno de los puntos más calientes ante un ataque de termitas. Las empresas que realizan trabajos de termitas se rigen por lo que marca la ley: inyección de químico mediante válvula de inyección cada 30 centímetros a lo largo de la viga. Esto que en teoría es estupendo, supone en realidad varios problemas importantes.

Error 1:

Cuando se realiza la primera inyección de químico, estamos hablando de que se taladra a 4 cm de la pared, ya que la máquina de taladrar no permite ajustarse más a la pared. Primer problema, ya estamos perdiendo 4 cm de viga. ¿Cuánta profundidad de cabeza de viga hay? Se desconoce.

Error 2:

Otro problema muy común es cuando la viga tiene unas dimensiones más grandes de lo normal. Cuando la inyección de químico se hace en todas las caras visibles de la viga, máximo 3 lados casi en el mejor de los casos generalemente, estamos haciendo que las termitas se centren en el interior de la viga, no resolviendo por tanto el problema.

Y ya ni insistimos en las cabezas de viga mediante este sistema en según que casos.

Empresas que colaboran

Desde Plaserman Salud Pública recomendamos dejarse asesorar por una empresa seria y con experiencia en tratamientos de termitas. Nosotros como empresa, colaboramos con arquitectos para el estudio de las viabilidades estructurales. No somos competidores, somos asociados cuando se trata de llegar a soluciones para nuestros clientes.

Recomendamos como empresa realizar catas e inspecciones periódicas para salvaguardar la estabilidad de la estructura. Aunque suene tópico, más vale prevenir que curar, y no encontrarse con un caso como el que nos ocupa de una casa devastada por termitas como nos ha pasado en Alfafar.

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