Existen distintos tipos de tratamientos contra las termitas. Todos ellos son igualmente de efectivos cuando se trata de eliminar la presencia de termitas en nuestra vivienda o lugar de habitaje.
Cuando los clientes nos solicitan un presupuesto para combatir las termitas, es muy importante tener en cuenta una serie de factores antes de poder dar cualquier indicación. Los tratamientos de termitas son posiblemente los más duraderos en el tiempo, ya que no se trata de poner unas trampas o unas redes en un balcón.
Estamos hablando de unos pequeños seres vivos que viven en colonias en ocasiones de miles de unidades. No nos vale solo ir con una aspiradora y limpiar, como algún caso nos ha comentado algún cliente.
Lo importante en un tratamiento contra las termitas es determinar su localización en primera estancia. Y esto suele ser lo más complicado hasta la fecha. Como se ha comentado ya anteriormente en otros artículos, las termitas son fotofóbicas, esto es que tienen fobia a la luz. Esto las hace tremendamente silenciosas y nunca se exponen a la vista del ser humano. Son trabajadoras incansables que actuan en la oscuridad y ocultas dentro de la madera e incluso de las paredes por las que se desplazan de lugar.
Otro factor importante que determina el tipo de tratamiento a realizar es como de extendida está la plaga. Al igual que cualquier enfermedad, cuando se coge a tiempo siempre es un punto muy favorable y sencillo para poder tratarlo. Lo mismo pasa con las termitas, si se localizan a tiempo el tratamiento puede llegar a cambiar y ser mucho más sencillo y sobretodo sencillo.
Es por ello que invitamos a nuestros lectores a cómo identificar si tenemos termitas en nuestra vivienda por ellos mismos. La rapidez con la que detectemos la plaga es esencial. En este artículo te damos las pautas necesarias para poder autodiagnósticar si es posible tener o no termitas en casa.
Tal y como hemos mencionado, las termitas son una enfermedad, en este caso de la madera. Es por ello que si podemos tomar medidas para prevenir, siempre es mejor.
Tener una buena salud es importante siempre, porque no hacerlo también con nuestra casa. La duda sería ¿en qué casos es importante tomar medidas preventivas? Vamos a darte unas pautas cuando desde Plaserman Salud Pública recomendamos realizar un tratamiento preventivo.
– 1. Segundas residencias que no tienen ningún tipo de mantenimiento. Las viviendas sin ventilación que permanecen cerradas por largas temporadas tienden a acumular un ambiente húmedo que bien les gusta a las termitas. Las inclemencias del tiempo y el frío pueden provcar humidificaciones en habitaciones o estancias de la casa. Este ambiente cerrado y tranquilo sin vibraciones hacen de la estancia muy propensa a la aparición de termitas.
– 2. Vecinos o casas colindantes abandonadas. Tal como se ha comentado en el anterior punto, si tu vivienda está cerca de otras abandonadas, es recomendable proteger a la tuya de posibles focos que te puedan venir de las casas colindantes.
– 3. Vecinos que hayan tenido termitas. La biología de las termitas hacen que estas vivan en el subsuelo principalmente. Si tus vecinos han sido afectados por plaga de termitas, es muy probable que a través del subsuelo tú también puedas tener. Habla con tus vecinos si ellos no te han dicho nada y pregúntales.
– 4. Ya has tenido termitas anteriormente. Aunque los tratamientos de termitas son altamente efectivos, eso no te protege de por vida y es posible que años más tarde te puedan volver a visitar. Mantener una vivienda fuera de peligro es fácil si se tiene un mantenimiento constante y preventivo.
– 5. Estructuras de madera: vigas y pilares. Si dispones de una vivienda con años construida con una estructura de madera en su totalidad, bien es recomendable realizar un tratamiento preventivo.
El tratamiento por cebado es claramente un signo de que las termitas han supuesto una plaga ya extendida por la vivienda o por la estructura de ésta. Cuando el técnico de la empresa recomienda realizar este tratamiento, estamos hablando de un tratamiento contra una colonia de termitasactivas.
El proceso de cebado consiste, como su nombre indica, en cebar a las termitas hasta su muerte. La termita come del producto inhibiendo el crecimiento de esta. No muere en el acto si no que transporta el alimento hasta la colonia. Los productos que se usan tienen un fuerte componente atrayente que es identificado como alimento para las termitas.
Al igual que ocurre en una colonia de hormigas, las termitas al tienen un estómago común. Esto significa que los alimentos se comparten con toda la colonia. Cuando un miembro de la colonia localiza alimento disponible rápidamente es comunicado al resto de la colonia, provocando un efecto llamada que es clave para la eliminación de las termitas.
El producto que se usa para el cebado debe estár en un estado húmedo, que es lo que las termitas buscan en la propia madera. Es por ello que cuando tenemos humedades o ambiente húmedo en la vivienda, estamos provocando unas condiciones idóneas para la aparición de las termitas.
Este tratamiento de cebado puede llegar a tener una duración desde un año a varios años, siempre dependiendo de la localización de la plaga. Es por ello que antes de cualquier tratamiento, es muy importante encontrar la localización de esta y la dirección. Generalmente la dirección de desplazamiento de las termitas es hacia arriba o abajo, y esta es otra de las claves. Determinar en que dirección se dirige la plaga es determinante para acortar la duración del tratamiento.
Es importante en este tratamiento las revisiones periódicas de las trampas de cebado. Normalmente en el inicio del tratamiento la frecuencia recomendada es de un mes, ya que estamos en la fase de localización y dirección de la plaga.
Una vez localizada la colonia y comenzado el tratamiento de cebado, pasado varios meses podemos aumentar la frecuencia de visita gradualmente hasta los seis meses si así el técnico lo indica. Llegados a esta fase, es significatorio que la plaga está ya en un 90% controlada y es cuestión de tiempo que desaparezca en su totalidad.
– Introducción de los cebos detectores para poder interceptar a las colonias de termitas
– Monitorización periódica con el fin de vigilar los detectores para que en el momento del ataque sustituyamos los detectores por cebo inhibidor de crecimiento: (Diflubenzuron). El modo de acción de este biocida es sistémico. Se emplea una hormona que inhibe el crecimiento del insecto. Las termitas que lo ingieren no mueren inmediatamente, si no que transportan este alimento a la colonia de forma que se expande el efecto. Este principio activo interfiere en el metabolismo de la quitina, por lo que las termitas mueren en el momento de la muda y las larvas no eclosionan. Actúa sobre la totalidad de la colonia, no sólo sobre los insectos que entren en contacto con el insecticida. El objetivo es llegar a la reina(s) para eliminar totalmente las colonias presentes en la zona.
– Revisión y reposición de los cebos con el fin de alimentar a las colonias de termitas con el cebo biocida para garantizar la eliminación de las colonias.
Tratamiento preventivo/curativo profundo de piezas de madera (vigas) atacada por organismos xilófagos, mediante inyección de un protector fungicida a través de 3 taladros por metro lineal y línea (2 lineas/cara), practicados en sus dos caras, con una profundidad de un tercio del espesor de la pieza. En los taladros se introducirán válvulas de 9,5 mm de diámetro insertadas con un aplicador especifico para no dañar la cabeza de las válvulas, y una vez colocadas se inyecta a través de las válvulas un producto biocida especial antixilófagos, que es absorbido por la madera consiguiendo la total impregnación y por tanto eliminación y repelencia de xilófagos. Las válvulas son de color marrón para conservar la estética de las vigas.
Inyección – PROXIL PRO – Cumple UNE-EN 46: Determinación de la eficacia preventiva contra larvas recién nacidas de Hylotrupes bajulus Cumple UNEEN113: Determinación del umbral de eficacia contra hongos basidiomicetos xilófagos con coriolus versicolor. Cumple UNE-EN118: Determinación de la eficacia preventiva contra termitas. Cumple UNE-EN 1390: Determinación de la acción curativa contra larva de Hylotrupes bajulus. Estas pruebas de eficacia se llevaron a cabo junto con pruebas de envejecimiento por evaporación según EN73 y por deslavado según EN84.
Este tratamiento de inyección tiene un plazo de seguridad de 12 horas, tras la inyección la vivienda no debe ser habitada durante ese tiempo.
Tratamiento anti xilofagos en estructura de madera de la cumbrera mediante brocheado o pulverizado cumbrera de la vivienda: Este tratamiento es curativo y preventivo frente a organismos xilófagos (termitas, carcomas y hongos). El biocida se aplica en todas las caras visibles, en estado de conservación malo, contra parásitos tipo hylotrupes bajulus, anobios, hongos de pudrición, termitas etc, mediante la aplicación de producto oleoso-fungicida de tipo orgánico en forma de gel, cloronaftaleno din 68800 aplicado por impregnación superficial.
Brocheado – SERPOL GEL II (Mylva) – Gel de absorción profunda para el tratamiento preventivo y curativo de la madera, contra insectos y hongos xilófagos. Una vez aplicado es incoloro y prácticamente inodoro. SERPOL GEL II ofrece una gran comodidad de uso, así como una rápida y profunda difusión a través de la madera. Cumple las normas: UNE-EN46-1, UNE-EN-47, UNE-ENV-1390, UNE-EN117, UNE-EN118, UNE-EN113 y UNE-EN152. Este biocida no tiene plazo de seguridad, pero recomendamos que no haya nadie en las instalaciones en el momento de la aplicación.
La aplicación del biocida se realiza por personal cualificado, con los debidos equipos de protección y maquinaria necesaria.
Para valorar una estructura de madera y saber qué tratamiento es el adecuado se precisa una titulación como técnico especialista en control de plagas y certificados higiénicos sanitarios y además una titulación especial denominada TP8.
· Normativas aplicables:
– R.D. 830/2010 Por el que se establece las cualificaciones profesionales para los operarios de control de plagas.
– Norma UNE 171210/2008. Buenas prácticas en los planes de desinfección, desinsectación y desratización.
– Real decreto 3349/1983, de 30 de noviembre, por el que se aprueba la reglamentación técnico-sanitaria para la fabricación, comercialización y utilización de plaguicidas.
– Directiva 98/8/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de febrero de 1998 relativa a la comercialización de biocidas.